miércoles, 12 de octubre de 2016

El Frasco de la Calma

Hola hola hola!! Hoy vengo por aquí para contaros algo muy muy muy guay y muy interesante que he encontrado. Estaba buceando por mi página de Pinterest, que para los que os interese os la dejo si pincháis justo AQUÍ, y me encontré con algo que me apetecía compartir: el  llamado Frasco de la Calma.


Esta idea es extraída de la teoría de una polifacética y conocidísima entre todos María Montessori, médica, científica, psicóloga y pedagoga (entre muchas otras cosas). Por esta última faceta dominante en el campo de la pedagogía se le reconoce en este nuestro mundo de la educación, pues ha aportado numerosos y revolucionarios métodos de enseñanza que se han convertido en referentes a nivel mundial.

Pues bien, una de las ideas más curiosas y sorprendentemente efectivas es su 'frasco de la calma', cuya función principal es, en resumidas cuentas, una técnica con la que calmar y controlar las rabietas, llantos y malestares de nuestros pequeños. Está principalmente pensada para niños entre los dos y los cinco años de edad.

Es un simple bote de cristal o plástico lleno de agua, pegamento y brillantina que, agitado y acompañado con la acción de un tono cordial e instrucciones sobre el ritmo de su respiración, consigue que el niño/a centre la atención en los patrones y movimientos que se forman en su interior, consiguiendo llegar a un estado de calma.

Además, este método tiene una explicación científica detrás: el frasco permite a los niños organizar y centralizar su sistema nervioso central en un estímulo concreto. Cuando están en una situación de estrés, su ritmo cardíaco aumenta, su respiración se acelera y su mente se bloquea y, al concentrarse en la caída de la brillantina, se genera una orden inconsciente que comunica al cerebro que disminuya la agitación.

De todos modos, he de aportar, que se trata de una técnica que requiere de cierta práctica, como cualquier otro tipo de aprendizaje.


LA RECETA

La realización de un 'frasco de la calma' es, además de práctica, bastante sencilla. Necesitaremos:
  • 1 frasco de plástico transparente con tapa (aunque la receta original de Montessori hablaba de un bote de cristal, actualmente los botes de plástico son más económicos y seguros)
  • 1 o 2 cucharadas de pegamento con brillantina (que podéis encontrar en cualquier papelería o bazar, o también podéis utilizar pegamento líquido y purpurina por separado)
  • Champú infantil transparente
(éstos dos productos utilizados para que existan fluidos de diferentes densidades y que la brillantina descienda de diferente forma y velocidad
  • 3 o 4 cucharaditas de brillantina del color que quieras
  • 1 gota de colorante alimentario
  • Agua caliente
  • Champú infantil transparente
  • Cola caliente
Debemos mezclar todos los ingredientes dentro del tarro, dejando un dedo de aire para que el contenido se mueva cuando sea agitado. Algunos padres incluyen juguetes en interior, o utilizan colores flúor o colores llamativos, siempre asegurándote de que no sean tóxicos. Cuando el contenido esté listo, pega la tapa utilizado la cola para evitar que se pueda abrir.

¡¡¡¡Y listo!!!!

Os dejo un vídeo-tutorial de cómo elaborarlo y, de paso, os recomiendo este canal de Youtube, guiainfantil, donde podéis encontrar un montón de recursos para aplicar en las aulas y en vuestras casas como maquillajes, tutoriales de materiales...



Todas las fotografías que han sido publicadas en esta entrada provienen de Pinterest. 

4 comentarios:

  1. Me parece super interesante y curiosa esta idea

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    1. Pues a ponerla en práctica que además es súper fácil!!! 😬

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  2. Ya tenía visto algunas fotos del frasco de la calma, pero nunca la ''receta secreta'' que tú enseñas...muy guay!!

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    1. Me alegro que te guste Ale! Gracias por tu comentario!!

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