Mi visión: TICs en las aulas

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Desde Septiembre hemos estado empapándonos de material didáctico amplificado con tecnología. Hemos estado viendo diversas apps, programas y recursos que tienen un fin común: potenciar la autonomía, la creatividad, la cooperación y la capacidad para crear por uno mismo en los niños y buscar métodos alternativos para asimilar los conceptos y los conocimientos a tratar.

Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que éste mismo objetivo lo tienen otros muchos recursos tradicionales como manuales, libros de texto o actividades plásticas. Autonomía, creatividad, cooperación, capacidad para crear, transmisión de contenido… son las bases de la experiencia de enseñanza y aprendizaje. Métodos que acompañados de una rica retroalimentación, un feedback positivo, valoración del trabajo del alumnado y constante búsqueda y esfuerzo por estar al tanto del mundo que nos rodea pueden cambiar la concepción de la educación y ayudarnos a evolucionar y no estancarnos, buscando siempre la innovación y la presentación de tareas que ayuden a crecer a los pequeños.

La tecnología en el mundo de la educación era un universo, cuanto menos, extraño para mí. A decir verdad, mi opinión nunca se había situado en una posición reacia a la aplicación de estos nuevos métodos a las aulas, pero el desconocimiento y la desinformación provocaban mi desinterés acerca de este tema. Me declaro a favor de la búsqueda de nuevos métodos, y en éste caso no iba a ser menos. Cuando empezamos a cursar esta asignatura empezamos a descubrir nuevas posibilidades.

Vivimos en el siglo XXI, en la Sociedad de la Información y del Conocimiento, y la tecnología nos rodea por todas partes. Hoy en día, cumple un papel muy importante en nuestras vidas y, probablemente, lo hará en mayor medida en las sociedades del futuro. Por eso creo que, como docentes y continuos investigadores, debemos sacar fruto a todos los recursos que tenemos a nuestra mano, encontrando la parte positiva y enriquecedora para el aprendizaje y buscando la manera de formar a personas competentes.

En mi opinión, la tecnología es un gran baúl de recursos que tenemos a un solo clic. Creo que la formación (tanto de profesorado como de alumnado) en este campo es muy importante para la vida en sociedad, actual y futura; y considero que buscar la forma de enseñar a través de algo que tenemos día a día a nuestro alcance, fácil e intuitivo, puede ser un gran avance para mejorar la forma de aprendizaje que lidera el sistema educativo del mundo que vivimos.

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Por último, algo que también me gustaría resaltar. No todo en relación con este tema es positivo: la implantación de tecnología en las aulas es una tarea compleja. No tanto a nivel de utilización, pues para eso está la formación, sino a nivel de abastecimientos. Por desgracia, no todos los centros cuentan con recursos económicos para abastecerse de material suficiente para todos los niños ni de la cantidad y diversidad de materiales que serían adecuados para el ejercicio de éstas prácticas. 

Además de esto, otro punto a destacar es que hay que estar siempre alerta, pues puede llegar un momento de estanque, en el que no se avance, y no se innove. Desde mi punto de vista, no vale de nada trabajar con TICs si no se busca la innovación constante (ya sea en contenido, en presentación, en evaluación…).